Berlín te mata lentamente

Hoy me gustaría hablaros sobre algo que me ha sorprendido muy negativamente de la capital de Alemania. Estoy hablando de la permisividad que hay en muchísimos bares, clubs y discotecas de la ciudad para poder fumar dentro del recinto.

En 2008 estuve de Erasmus en Noruega y comprobé por mí mismo lo que era vivir en una ciudad completamente libre de malos humos y con una población concienciada con el hábito de fumar. En Oslo, a -25ºC, los y las norueg@s salían a la calle si querían fumarse un cigarrillo conscientes de que su vicio no tenía porque perjudicar a nadie más que a ellos.

Por suerte, cuando volví a España tras mi año noruego, el gobierno de Zapatero aprobó la ley antihumos también en mi país, y pese a lo reticente que yo era en un primer momento en cuanto a la mentalidad de mis paisanos en cuanto a esta prohibición, hoy en día en España todo el mundo tiene asumido que no se puede fumar en lugares cerrados, y si alguien intenta hacerlo, pasa a ser un bicho raro.

Aquí en Berlín, no hay día que salga de fiesta o, simplemente a tomarme algo, que no vuelva a casa apestando a tabaco. Aquí la gente fuma impunemente en todos lados sin ningún tipo de mala conciencia sobre si sus humos están perjudicando a los de su alrededor. Otra muestra del civismo alemán. Si de verdad quieren y esperan ser la primera potencia europea, espero que no se conformen con sus „admirados“ minijonbs y que adecuen su legislación sanitaria también a la altura del resto de Europa. ¡Nos leemos!